México en llamas - Tres años de ecocidio

Os acercasteis, pues, y permanecisteis al pie del monte,
y el monte ardía en fuego hasta el mismo cielo:
oscuridad, nube y densas tinieblas.
(Deuteronomio 4:11)

El inicio de una catástrofe nacional — 2019

A partir de 2019, empezó un gradual desmantelamiento de los organismos gubernamentales que se encargaban de evitar y controlar la propagación de incendios a lo largo y ancho del país. En aquel año, la Conafor (Comisión Nacional Forestal) sufrió una dramática disminución en su presupuesto para labores operativas anti-incendios por estado, siendo 10 los más afectados en aquel año. Baja California y Querétaro recibieron partidas de cero pesos. Oaxaca y Yucatán sufrieron una disminución del 98% de su presupuesto del 2018; Campeche, una disminución del 96%; Tamaulipas, del 95%; Baja California Sur y la Ciudad de México, del 83%; y Colima y Querétaro, del 82%. (Reporte Índigo)

A nivel nacional, el salario para los brigadistas anti-incendios de la mencionada Comisión también se vio afectado por este desmesurado recorte presupuestal, pues de los recursos destinados a estos sueldos en el 2018, se eliminó el 62% para 2019. (Reporte Índigo)

Desafortunadamente, no sólo la Conafor y sus empleados se vieron drásticamente afectados a partir del 2019. También la Semarnat (Secretaría del Medio Ambiente) se vio obligada a suspender, a partir de ese año, los programas de empleo temporal con los que se pagaba a brigadistas durante la temporada de mayor riesgo de incendios. Esta lamentable pérdida se debió igualmente al recorde presupuestal aplicado por el gobierno federal. (Expansión)

Ilustrar cómo este recorte de personal afectó la salud ambiental del país resulta fácil si comparamos que, en Estados Unidos, tan sólo el estado de California contaba con suficientes bomberos para cubrir 21 hectáreas por combatiente, mientras que la Conafor, a nivel nacional, tan sólo contaba con suficientes brigadistas para cubrir 371 hectáreas por combatiente, extensión humanamente inmanejable para una sola persona. (El Universal)

Como consecuencia lógica, desde febrero hasta finales de la primavera de 2019, México se convirtió en un infierno terrenal como podemos ver en la siguiente imagen obtenida mediante tecnología satelital:

Foto: Alcaldes de México

A partir de ese año, la calidad del aire debido a los incendios en la mayor parte del país, se volvió altamente nociva a lo largo de los meses más calurosos del año. Durante la contingencia ambiental de la Ciudad de México, que se dio en mayo 2019, permanecer más de un par de minutos en el exterior podía provocar una severa irritación de ojos y garganta. "Los daños a la naturaleza también alcanzan a las personas. Omar Arellano, profesor de la facultad de Ciencias de la UNAM, destacó que los incendios agravan la concentración peligrosa de partículas menores a 10 micrómetros de diámetro, tal y como sucedió en la Ciudad de México en 2019". Tan solo por los incendios que hubo en Valle de México ese año, se generaron nubes de contaminación que afectaron zonas remotas como Cuernavaca y Puebla. (El Universal) Sthephan Brozdiak, miembro del Observatorio Ciudadano de Calidad del Aire, aseguró que los incendios tendrían grandes impactos a la salud: "De no atenderse integralmente la amenaza de los incendios en el país, millones de personas dentro y fuera de las zonas urbanas estarán expuestos a importantes riesgos de salud por calidad del aire". (Greenpeace)

Sin embargo, la sociedad no se unió para protestar y exigir una gestión más efectiva contra los incendios. Simplemente, todos esperaban que llegaran las lluvias para que éstas acabaran con el problema.

La historia se repite dos veces: la primera como tragedia, la segunda como farsa — 2020

En 2020, la administración federal continuó con este desmantelamiento en lugar de aprender de sus irreparables errores cometidos el año anterior. De esta forma, se ponía en evidencia lo que muchos ya sabíamos: que la agenda ideológica del actual gobierno nunca estaría a la altura de la realidad y sus exigencias. En la sociedad, muchas de las personas que antes apoyaban ciegamente la entrada del nuevo régimen (al menos las más sensatas de ellas) no pudieron seguir "tapando los incendios con un dedo". Ante la dolorosa muerte de la vegetación y los animales que habitaban las alrededor de 200 mil hectáreas del país que quedaron calcinadas, también salió a la luz el carácter grotesco y torpe de la sociedad mexicana, incapaz nuevamente de sensibilizarse y exigir soluciones y medidas inmediatas por parte de las autoridades. No sin razón, Marx dijo en 1852 que la segunda vez que se repite la historia, ya no lo hace como tragedia sino como farsa, en el sentido más teatral de la palabra.

Así pues, en junio 2020, la Conanp (Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas) tuvo que cerrar tres de sus nueve oficinas regionales por falta de apoyo presupuestal del gobierno federal. Éste tenía —y tiene— como prioridad inyectar capital a la construcción del Tren Maya, de la refinería Dos Bocas, entre otros proyectos, tal como anunció el presidente en su conferencia del 22 de abril de ese año. Estas tres oficinas se encargaban de proteger áreas inmensas y de gran valía en cuanto biodiversidad; a saber: 1) el Golfo de México, 2) la Península de Baja California y la planicie costera del Pacífico Norte, y 3) la Península de Yucatán y el Caribe mexicano. (Cuestione)

El cierre de estas tres ramas de la Conanp implicó el despido de más de 200 trabajadores y dejar en el abandono, no sólo a importantísimas reservas naturales, sino también a campesinos, poblaciones indígenas, poblados de pescadores y operadores turísticos. Debido a la ausencia de la Conanp en estas zonas del país, tanto la naturaleza como el ser humano quedaron a merced de nuevos incendios devastadores. (Cuestione)

Vista aérea de un incendio forestal en Quintana Roo, reportado en marzo 2020 (Milenio)

Las seis oficinas de la Conanp que sobrevivieron el recorte aun así sufrieron una disminución en su fondo anual: “el presupuesto por hectárea protegida por la Conanp se ha reducido en 87%, pasando de un máximo histórico de $74.12 pesos en 2016 a $9.56 pesos en el 2020”. Esto implicó que incluso las oficinas que permanecieron abiertas ya no serían capaces de llevar acabo casi ninguna de sus actividades operativas. (Cuestione)

Es importante mencionar que las pérdidas de biodiversidad provocadas por los incendios en todas las reservas naturales del país, no sólo tuvieron repercusiones ambientales, sino también económicas. La gestión de varias zonas del país como Áreas Naturales Protegidas permitía un incremento también en biodiversidad que era de interés comercial, por lo que resultaba indispensable que la Conanp pudiera continuar con sus labores de planeación, monitoreo y vigilancia, tal como explicó el entonces director del Parque Nacional Cabo Pulmo, Carlos Godínez. De igual manera, la entonces directora del Consejo Asesor del Parque Nacional Arrecifes de Puerto Morelos, en el Caribe mexicano, señaló que descuidar la vigilancia de los recursos naturales podría tener mayores costos económicos a largo plazo. (Cuestione)

Por si fuera poco, en 2020, el presidente también eliminó el Fonden (Fondo de Desastres Naturales), "una bolsa de emergencia a la que los gobiernos locales podían acceder para resarcir daños". Debido a esto, una vez que cedieron los incendios, los diferentes estados afectados no fueron capaces de implementar proyectos eficientes de reforestación. (Forbes)

El despertar de una conciencia anti-incendiaria — 2021

Con unas Conafor, Semarnat y Conanp en estado famélico y con total ausencia del Fonden, el 2021 inició con augurios funestos en cuestión de control de incendios forestales. Y como si no hubiera sido ya suficiente, el gobierno federal redujo aún más el presupuesto anual para la Conafor un 63% sobre lo poco que ya había recibido el año anterior. Debido a esto, dicha Comisión se vio obligada a cancelar 491 plazas, un récord en los últimos tres sexenios. Esto devino en que, por ejemplo, actualmente sólo haya tres personas de la Conafor asignadas a todo el estado de Morelos. (El Sol de Cuautla)

"Al 17 de abril, en el país se reportaron 92 incendios forestales en 19 estados" (El Siglo de Durango). Y la Conafor informó que cada incendio este año ha dañado "un promedio de 17.55 hectáreas, lo que los convierte en los más devastadores de los últimos 10 años" (Forbes).

Por un lado, es cierto que uno de los factores que propicia la aparición de incendios forestales es el creciente calentamiento global. "La temperatura promedio anual se ha incrementado de manera sostenida en México. Y, tomando conciencia de incendios catastróficos acontecidos recientemente en diversas partes del mundo (Australia, Rusia y California), éstos confirman las predicciones de un planeta cada vez más seco y caliente, lo que establece condiciones ideales para que los incendios se incrementen en número y magnitud". (Greenpeace)

Por otro lado, la evidente incapacidad y el desinterés del gobierno federal para prevenir, controlar, apagar estos incendios, y después reforestar las zonas devastadas y apoyar a las comunidades afectadas, ya no pasa por alto para la sociedad mexicana en este tercer año de ver al país entero en llamas. En las redes sociales y en el activismo presencial, se ha notado mucha más preocupación, muestras de protesta y tomas de acción que en los dos años anteriores. Slogans como "No es sequía, es saqueo" por parte de Sofía Probert y otros influyentes ambientalistas mexicanos se han viralizado, dando voz al creciente descontento de la población.

@sofia.probert

En 2020, pequeñas agrupaciones civiles como la Alianza Maya por las Abejas (Kaab Nalo'on), que une a familias de apicultores de Yucatán, fueron de las pocas que alzaron la voz y lucharon contra los incendios forestales, sin mayor atención por parte de la prensa. En cambio, ante el incendio del parque nacional El Tepozteco, que consumió más de 300 hectáreas entre el 11 y el 15 de abril de 2021, cientos de personas dejaron todo para acudir y ayudar, aún sin la menor experiencia de manejo de incendios ni el menor conocimiento en temas forestales.

Fotos del incendio en Tepoztlán: Radio Fórmula

Lo que más parece preocupar a la gente al respecto de los incendios forestales es la muerte de árboles, plantas y animales silvestres. "El impacto que incendios devastadores podrían tener en la biodiversidad de México sería catastrófico, debido a la gran cantidad de especies (sobre todo las microendémicas) que pueden extinguirse ante eventos de este tipo”, sostuvo Oscar Moctezuma, de Naturalia. (Greenpeace)

¿Qué podemos hacer de cara al futuro?

Tanto la quema ilegal como la legal de vegetación para despejar terreno de siembra son las dos causas principales de aparición de incendios forestales en México. "Todavía hay mucha costumbre de quema para preparar el terreno para una buena siembra. El asunto es que los campesinos no ponen cortabrechas, no toman en consideración la dirección del viento ni su fuerza, ni qué tan seca está o no la tierra", dijo la ecóloga Gabriela Jiménez Casas, académica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). (Expansión)

Debido a la falta de recursos que sufre la Conafor, no puede capacitar a más gente que la que ya tiene y no puede luchar contra la desinformación y la ignorancia que aquejan a las comunidades campesinas, quienes son las que realizan tanto la quema legal como la ilegal. "¿Qué hacemos? Tenemos una brigada comunitaria sin sueldo. Cuando hay un incendio, con 10 personas es poco lo que se puede hacer", se lamenta Misael Zamora, guardabosques del cerro de Zempoala, en el Estado de México. (Expansión)

La opción más saludable para el ambiente debería ser triturar los residuos de la cosecha anterior y las hierbas silvestres, pero esto es económicamente desventajoso para los campesinos. "Triturarla cuesta diésel, pagar un operador, horas trabajo; y si le prendes un cerillo, así nomás, te ahorras un chingadazo de trabajo", explica Jorge Alberto López Chávez, un productor de maíz en Los Mochis, Sinaloa. (Expansión)

Ante esta situación, podemos optar por las siguientes acciones:

  1. Vota por candidatos que tengan propuestas claras y específicas para mejorar la situación de los campesinos en tu estado: programas de capacitación, regularización de la quema de terrenos, incentivos para la trituración de hierba, etc.
  2. Compra tus granos, frutas, verduras y carne directamente de una red de campesinos. Evita comprar de intermediarios como supermercados. A manera de ejemplo del daño que provocan los intermediarios a la economía de los campesinos, podemos tomar la cadena de valor del café en México, "donde existen estudios que muestran una tendencia en la disminución del valor capturado por los productores en las primeras fases de producción de aproximadamente 25% en los ochenta a 5% hoy en día". (Irezabal, Alberto. "Construcción de cadenas alimentarias desde la base". La cuestión social. enero-junio 2021)
  3. Planta al menos un árbol al año. Nuestros hermanos mayores en la fe, los judíos, tienen la tradición de la Mitzvah ("mandamiento" en hebreo), día en que plantan y contemplan un árbol. En el Antiguo Testamento / la Torá, se dice que Hashem mandó al hombre al Jardín del Edén para que lo cultivara y preservara. Como en la Torá no existe la palabra "naturaleza", el árbol se vuelve símbolo fundamental de la Creación como un todo. Así que al plantar un árbol, no sólo estarás ayudando a purificar el aire, sino que estarás honrando la instrucción que D*os da a la familia humana en el Génesis
  4. Cultiva varias sansevierias en casa. Los científicos afirman que esta planta es particularmente eficiente para purificar el ambiente (NASA) y, por supuesto, que este efecto descontaminante se vuelve más efectivo en la medida que haya más de estas plantas agrupadas. Puedes comprar una y reproducirla cortándole una de sus hojas.
  5. En temporada de incendios, provee de agua, alimento y refugio a los animales silvestres de tu zona. Puedes colocar recipientes con agua pura, fruta picada y granos en un balcón, patio o jardín. De preferencia, procura que los recipientes sean de cerámica y no de plástico, para garantizar que el agua y los alimentos duren frescos el mayor tiempo posible. También puedes colocar casas de madera para las aves.
  6. Reza por la hermana Tierra. Los versos que siguen al epígrafe de este post son "Entonces el SEÑOR os habló de en medio del fuego; oísteis su voz, sólo la voz, pero no visteis figura alguna..." (Deuteronomio 4:12). Escuchar el clamor de nuestra hermana Tierra, tal como nos pide el Papa Francisco, supone escuchar la voz de Dios llamándonos desde la naturaleza herida, desde los animales, las plantas, los indígenas y los campesinos que no tienen voz ni voto en esta sociedad. Orar por la justicia ecológica y por el bienestar de todos los "sin-voz" nos ayudará a ser cada vez más sensibles y solícitos a escuchar sus clamores de socorro.
  7. Súmate a las marchas y firma las cartas que exijan al Congreso el aumento de presupuesto para todos los organismos gubernamentales encargados de salvaguardar y administrar el patrimonio natural del país.

💚🌾